La pregunta podría parecer absurda en un continente hecho con pulmones de inmigrantes, donde el mestizaje fue una de las principales características de la colonización y que grita con todas sus fuerzas contra medidas discriminatorias en otros países, en especial en Estados Unidos.
Pero no, dicen expertos sociales. La crisis económica de los países de la región parece haber despertado odios latentes.
Gerardo Strada Sáenz, de la Sociedad Argentina de Análisis Político, señaló que en el caso de su país, como en el resto de la región, no dan los recursos del Estado en este momento para soportar la carga adicional de la población inmigrante .
Una opinión que suele mencionarse mucho es que ante el proceso de crisis se trata de buscar un culpable externo para no asumir nuestra parte de culpa en esta crisis , explicó por su parte la socióloga Lissette González, profesora de la Universidad Católica Andrés Bello, de Venezuela.
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Y es precisamente Venezuela uno de los países donde se vive este fenómeno con mayor fuerza.
Allí se culpa a los inmigrantes ilegales, principalmente colombianos, ecuatorianos y peruanos, de haber sobrecargado los servicios públicos, de contribuir al crecimiento del cordón de miseria alrededor de las ciudades y de ser el principal factor del aumento de la delincuencia.
En Argentina, el rechazo recae sobre los bolivianos y los paraguayos, que aportan una mano de obra barata para trabajos hasta hace poco despreciados por los locales.
Difíciles condiciones laborales Ultimamente, con el crecimiento de las tasas de desocupación, el gobierno ha lanzado diversas iniciativas que buscan regularizar la situación de los ilegales y limitar el ingreso de nuevos inmigrantes.
Ha declarado amnistías para todos lo que puedan demostrar que se encuentran en el país desde hace más de cinco años. Los ilegales actuales han sido empleados masivamente en trabajos domésticos y en la construcción.
Pese a estas buenas iniciativas, la socióloga Silvia Montoya, de la Fundación Mediterránea de Argentina, piensa que en lo referente a las dificultades económicas en su país, no veo solución en el corto plazo, porque siguen existiendo factores de expulsión en Bolivia y factores de atracción en Argentina .
Algo similar ocurre en México, país de donde se expulsaron entre enero y mayo de este año, 50.000 inmigrantes ilegales, de los cuales 24.000 fueron guatemaltecos, 12.000 hondureños y 8.500 salvadoreños. En total, el 88 por ciento de las expulsiones correspondieron a esas tres nacionalidades.
Prácticamente en todo México los trabajadores migratorios extranjeros están expuestos y sometidos a mayores condiciones de explotación y prácticas abusivas en comparación con los trabajadores nacionales , señala el libro Frontera Sur, una publicación elaborada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Entretanto, los costarricenses rechazan la migración de nicaragenses, especialmente los ilegales, que representarían poco menos de la sexta parte de la población total de 3,2 millones de habitantes, pues dicen que los nicaragenses llegan al país a desplazarlos de sus trabajos y que son fuente de contagio de enfermedades como el cólera, el dengue y la malaria. En la lista de países donde se discrimina al ilegal, también está República Dominicana (se saca a los haitianos) y Belice donde los refugiados salvadoreños y guatemaltecos sufren ese rechazo.
